Lesiones del manguito rotador: cuándo operar

Lesiones del manguito rotador cuándo operar

Las lesiones del manguito rotador pueden manifestarse de formas muy variadas, desde un dolor sordo al elevar el brazo hasta una pérdida significativa de movilidad. Decidir cuándo es necesario pasar por el quirófano no siempre resulta claro, por lo que conocer los criterios clínicos, los avances quirúrgicos y la experiencia del especialista resulta fundamental. En mi práctica diaria he visto pacientes que, tras un periodo prolongado de tratamiento conservador, recuperan la función completa, mientras que otros requieren una intervención artroscópica para evitar la progresión de la lesión.

¿Qué es el manguito rotador y cómo se lesiona?

El manguito rotador es un conjunto de cuatro tendones y músculos que estabilizan el hombro y permiten movimientos de rotación y elevación. La palabra clave “rotura del manguito rotador” engloba tanto desgarros parciales como totales, así como tendinopatías crónicas y bursitis asociadas.

  • Músculos involucrados: supraespinoso, infraespinoso, subescapular y redondo menor.
  • Tipos de lesión: desgarro degenerativo, traumático o por pinzamiento (impingement).
  • Síntomas habituales: dolor al elevar el brazo, debilidad muscular, chasquidos articulares.

Factores de riesgo y diagnóstico

Entre los factores que predisponen a una lesión del manguito rotador destacan la edad (por desgaste natural), actividades repetitivas por encima de la cabeza y antecedentes de traumatismos. Para establecer un diagnóstico certero se combinan:

  1. Historial clínico y exploración física.
  2. Pruebas de imagen: ecografía musculotendinosa y resonancia magnética.
  3. Electromiografía en casos de dudas neurológicas.

Gracias al uso de técnicas de imagen avanzadas, podemos diferenciar una rotura parcial de una desinserción completa, crucial para el planteamiento terapéutico.

Tratamiento conservador: criterios iniciales

En muchos casos, especialmente en desgarros parciales o tendinopatías incipientes, el abordaje inicial es no quirúrgico:

  • Reposo relativo y modificación de actividades.
  • Fisioterapia orientada a fortalecer el manguito rotador y la cápsula articular.
  • Medicamentos antiinflamatorios y analgésicos.
  • Infiltraciones de corticoides o plasma rico en plaquetas.

“Abordo cada caso de forma personalizada, ofreciendo un plan quirúrgico adaptado a las necesidades de cada paciente”, comento en consulta al evaluar la respuesta al tratamiento conservador.

Cuándo operar: indicaciones y contraindicaciones

Determinar el momento óptimo para la cirugía implica valorar:

  1. Fracaso del tratamiento conservador tras 3–6 meses.
  2. Roturas completas o retracción tendinosa progresiva.
  3. Pérdida significativa de fuerza que afecta la calidad de vida o la capacidad laboral.
  4. Dolor nocturno intenso persistente.

No obstante, existen contraindicaciones relativas como enfermedades sistémicas graves o mala calidad del tejido tendinoso, que modifican la estrategia quirúrgica o aconsejan un enfoque paliativo.

Técnicas quirúrgicas para la reparación del manguito rotador

Las técnicas actuales priorizan la mínima invasión y la restauración anatómica:

Artroscopia de hombro

  • Reparación tendinosa con anclajes bioabsorbibles o metálicos.
  • Desbridamiento y acromioplastia en lesiones subacromiales.
  • Tiempo quirúrgico reducido y menor morbilidad.

Cirugía abierta

  • Indicada en roturas muy amplias o en revisiones de cirugías previas.
  • Acceso directo pero con mayor tiempo de recuperación.

“He realizado más de 300 intervenciones de reparación del manguito rotador con excelentes resultados funcionales”, recoge mi experiencia acumulada durante dos décadas de dedicación.

Recuperación y rehabilitación postoperatoria

El éxito de la cirugía depende en gran medida de la fase de rehabilitación:

  • Inmovilización con cabestrillo entre 4 y 6 semanas.
  • Movilización pasiva inicial para evitar rigidez.
  • Ejercicios activos y fortalecimiento progresivo a partir de la 8.ª semana.
  • Reincorporación laboral y deportiva entre 4 y 6 meses, según demanda funcional.

Mi objetivo es recuperar la calidad de vida del paciente lo antes posible, minimizando el riesgo de recaídas.

Alternativas quirúrgicas: prótesis y transferencias tendinosas

En casos complejos, con roturas irreparables o artritis glenohumeral asociada, se plantean:

  • Prótesis de hombro inversa: utilizable cuando el manguito no puede repararse.
  • Transferencia del tendón del dorsal ancho o pectoral mayor: para mejorar la función en pacientes jóvenes.

Cómo elegir al mejor cirujano de hombro

Para garantizar resultados óptimos, considere:

  1. Experiencia específica en cirugía de manguito rotador y hombro.
  2. Resultados avalados por publicaciones y casos clínicos.
  3. Opiniones de pacientes y tasa de complicaciones mínimas.
  4. Uso de tecnología avanzada y trabajo en equipo multidisciplinar.

El Dr. Tomás Llano es un cirujano ortopédico con más de 20 años de experiencia en el tratamiento de lesiones de hombro y rodilla, lo que garantiza un abordaje integral y seguro.

Ventajas que ofrece el Dr. Luis Tomás Llano

  • Atención personalizada y protocolos de última generación.
  • Equipo multidisciplinar en colaboración con fisioterapeutas y radiólogos.
  • Alta tasa de éxito en reparaciones artroscópicas del manguito rotador.
  • Recuperación guiada con seguimiento estrecho postoperatorio.
  • Centro https://www.ortopediatomasllano.com/ con equipamiento de vanguardia.

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuánto dura la intervención y el tiempo de hospitalización?

La reparación artroscópica suele durar entre 1 y 2 horas. La mayoría de los pacientes se van de alta a las 24–48 horas postoperatorias.

2. ¿Es dolorosa la cirugía?

Gracias a la anestesia regional y protocolos de analgesia multimodal, el dolor es controlado eficazmente desde el primer día.

3. ¿Podré volver a practicar deporte tras la cirugía?

La reincorporación deportiva se programa a partir del 4.º al 6.º mes, dependiendo de la complejidad de la rotura y del deporte practicado.

4. ¿Qué riesgos tiene la operación?

Las complicaciones son infrecuentes: infección, rigidez postoperatoria o lesión neurovascular. Con una técnica y rehabilitación adecuadas, su incidencia es muy baja.

5. ¿Existe riesgo de recidiva o nueva rotura?

La recidiva puede relacionarse con la calidad del tendón y la adherencia al programa de rehabilitación. Con una reparación anatómica y seguimiento profesional, la tasa de recidiva es mínima.

Facebook
WhatsApp
Twitter
LinkedIn
Pinterest