La artrosis avanzada de rodilla puede condicionar una limitación tan severa que la calidad de vida se ve comprometida. En muchos casos, tras años de tratamientos conservadores ineficaces, la artroplastia de rodilla se erige como la solución definitiva. Según el Dr. Luis Tomás Llano, “en mi práctica diaria he comprobado que la prótesis total de rodilla puede devolver la funcionalidad y reducir el dolor de forma drástica en pacientes que llevaban años limitados”.
¿Qué es la artrosis de rodilla y cuándo optar por una prótesis total?
La osteoartrosis de rodilla consiste en el desgaste progresivo del cartílago que recubre la articulación, provocando dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Cuando los síntomas no ceden con analgésicos, fisioterapia o infiltraciones, y el deterioro impide actividades cotidianas como subir escaleras o caminar distancias cortas, es momento de considerar el recambio de rodilla.
La prótesis total de rodilla (o artroplastia de rodilla) reemplaza las superficies articulares dañadas por componentes metálicos y de polietileno, restaurando la alineación y la función.
Indicaciones para la colocación de una prótesis total de rodilla
- Dolor crónico refractario a tratamientos médicos y rehabilitación.
- Limitación severa de la movilidad articular.
- Deformidades en valgo o varo que alteran la marcha.
- Pérdida de calidad de vida o incapacidad para realizar actividades básicas.
- Artrosis tricompartmental o compromiso avanzado del compartimento interno y externo.
“De mis más de 20 años de trayectoria en cirugía articular, he visto cómo pacientes que no podían levantarse sin ayuda recobran la autonomía tras el procedimiento”, comparte el Dr. Llano.
Tipos de prótesis de rodilla
Según el diseño y la fijación
- Prótesis cementadas: fijación mediante cemento óseo, recomendada en hueso de calidad media o baja.
- Prótesis no cementadas: permiten la osteointegración, indicadas en pacientes jóvenes con buen volumen óseo.
- Híbridas: combinación de componentes cementados y no cementados.
Según el compartimento afectado
- Unicondílea: sustituye solo uno de los compartimentos femorotibiales.
- Bicondílea: recambio de ambos compartimentos femorotibiales.
- Tricompartmental o total: incluye patela y ambos cóndilos.
Evaluación preoperatoria y preparación del paciente
- Historia clínica y valoración de comorbilidades (diabetes, hipertensión, osteoporosis).
- Radiografías de rodilla en carga y, de ser necesario, TAC o resonancia magnética.
- Analíticas preoperatorias y evaluación cardiopulmonar.
- Optimización nutricional y control de peso.
- Plan de rehabilitación preoperatoria (“prehab”) para ganar fuerza y movilidad.
Tal como explica el Dr. Llano, “un abordaje multidisciplinar antes de la cirugía reduce el riesgo de complicaciones y acelera la recuperación”.
Procedimiento quirúrgico paso a paso
- Anestesia: general o raquídea según las características del paciente.
- Incisión en la zona anterior de la rodilla y exposición de la articulación.
- Resección de las superficies articulares dañadas y preservación de ligamentos estables.
- Colocación de los componentes femoral, tibial y, si procede, patelar.
- Verificación de la alineación mecánica y del rango de movimiento.
- Cierre por planos y vendaje compresivo.
La técnica mínimamente invasiva, habitual en la práctica del Dr. Luis Tomás Llano, reduce el sangrado y acelera la movilización temprana.
Recuperación y rehabilitación tras la artroplastia
La fisioterapia comienza desde el primer día postoperatorio para:
- Favorecer la movilización pasiva y activa.
- Controlar el dolor con crioterapia y técnicas analgésicas multimodales.
- Fortalecer la musculatura cuádriceps e isquiotibiales.
- Restaurar la capacidad de subir escaleras y caminar sin apoyo.
“He visto pacientes caminando con ayuda de muletas al segundo día y sin ellas en la quinta jornada”, señala el Dr. Llano, destacando la importancia de un protocolo de rehabilitación personalizado.
Riesgos y posibles complicaciones
- Infección de la herida quirúrgica.
- Trombosis venosa profunda.
- Aflojamiento o desgaste del implante a medio-largo plazo.
- Lesión neurovascular periarticular.
- Rigidez residual o dolor crónico persistente.
La experiencia del cirujano y un seguimiento estrecho en consulta minimizan estos riesgos.
Ventajas de operarse con el Dr. Luis Tomás Llano
- Más de dos décadas de experiencia en artroplastias de rodilla.
- Técnicas quirúrgicas avanzadas y mínimamente invasivas.
- Alta tasa de éxito y satisfacción de pacientes.
- Atención personalizada: “mi compromiso es acompañar al paciente desde la primera visita hasta la recuperación total”.
- Equipo multidisciplinar para optimizar el proceso pre y postoperatorio.
Preguntas frecuentes
- ¿Cuánto dura la prótesis de rodilla?
- La vida media de una artroplastia bien colocada supera los 15–20 años, dependiendo del nivel de actividad y cuidados.
- ¿Cuándo se puede volver a conducir?
- Generalmente entre las 4 y 6 semanas, siempre que se haya recuperado la fuerza y el rango de movimiento necesarios para frenar con seguridad.
- ¿Es dolorosa la recuperación?
- El dolor postoperatorio se controla con protocolos multimodales (analgésicos, crioterapia y fisioterapia temprana).
- ¿Qué ejercicios se realizan al inicio?
- Movilizaciones pasivas de rodilla, contracciones isométricas de cuádriceps y elevación de pierna estirada.
- ¿Puedo practicar deporte tras la cirugía?
- Actividades de bajo impacto como natación, ciclismo estático y senderismo suave suelen estar permitidas a partir de los 3–4 meses.