La gonartrosis, conocida también como artrosis de rodilla, representa una de las patologías crónicas más incapacitantes en adultos mayores y personas activas. A lo largo de mis años de práctica he observado cómo el desgaste progresivo del cartílago genera dolor, rigidez y limitación funcional, afectando la calidad de vida. Mi objetivo es ofrecer una visión integral: desde los mecanismos que provocan esta degeneración hasta las terapias más innovadoras que hoy permiten recuperar la movilidad y reducir el malestar.
¿Qué es la gonartrosis?
La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa de la articulación femorotibial y femoropatelar. Se caracteriza por la pérdida del cartílago articular, hipertrofia ósea (osteofitos) y cambios en la membrana sinovial. Afecta tanto al compartimento interno como externo de la rodilla, y puede presentarse como:
- Gonartrosis uni-compartimental (medial o lateral).
- Gonartrosis tricompartmental.
En mi práctica diaria, he atendido pacientes con ambas variantes, comprobando que el diagnóstico precoz facilita un manejo conservador efectivo.
Causas y factores de riesgo
- Edad: El riesgo aumenta a partir de los 50 años.
- Sexo: Más frecuente en mujeres tras la menopausia.
- Obesidad: El sobrepeso incrementa la presión sobre la articulación.
- Alteraciones mecánicas: Valgo o varo de la rodilla, lesiones previas (fracturas, meniscopatías).
- Factores genéticos: Predisposición familiar a la degeneración cartilaginosa.
- Actividad laboral o deportiva: Movimientos repetitivos o carga excesiva.
Recuerdo el caso de un paciente deportista de élite que, después de años de saltos y giros bruscos, desarrolló síntomas severos de artrosis; con un tratamiento multimodal pudimos retrasar notablemente la progresión.
Síntomas y diagnóstico
Los signos más comunes incluyen:
- Dolor mecánico: empeora al caminar, subir escaleras o estar de pie.
- Rigidez matutina: dura menos de 30 minutos.
- Chasquidos o crepitaciones durante el movimiento.
- Pérdida de flexión y extensión.
- Inflamación leve o moderada.
Para confirmar el diagnóstico combino la historia clínica detallada con pruebas de imagen:
- Radiografía de rodilla: identifica estrechamiento del espacio articular y osteofitos.
- Resonancia magnética: evalúa el grado de desgaste cartilaginoso y lesiones asociadas.
- Ultrasonido: útil para detectar derrames y sinovitis.
En ocasiones, realizo analíticas para descartar artritis reumatoide u otras enfermedades sistémicas.
Tratamientos conservadores
Mi enfoque inicial siempre busca aliviar el dolor y mejorar la función sin cirugía. Entre las opciones destacan:
1. Control de peso y ejercicio terapéutico
- Reducción de carga articular mediante dieta y pérdida de peso.
- Fisioterapia: fortalecimiento del cuádriceps, estiramientos y propiocepción.
He visto pacientes recuperar hasta un 40% de su movilidad tras un programa de rehabilitación supervisado.
2. Medicación y ortesis
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
- Analgesia tópica (cremas de capsaicina, diclofenaco).
- Rodilleras funcionales o plantillas para corregir ejes mecánicos.
3. Infiltraciones intraarticulares
- Ácido hialurónico: mejora la viscosidad sinovial.
- Plasma rico en plaquetas (PRP): acción regenerativa y antiinflamatoria.
- Células madre mesenquimales: tecnología de vanguardia con potencial de reparación.
Una de mis pacientes de 68 años experimentó notable mejoría tras tres ciclos de PRP, prolongando el alivio durante al menos un año.
Opciones quirúrgicas
Cuando el tratamiento conservador no es suficiente, considero varias técnicas:
1. Artroscopia de rodilla
- Desbridamiento y lavado articular.
- Microfracturas para estimular la formación de fibrocartílago.
2. Osteotomía de tibia o fémur
- Corregir malalineaciones (varo/valgo) y redistribuir cargas.
- Indicada en pacientes jóvenes con daño localizado.
3. Prótesis de rodilla (total o parcial)
- Reemplazo de las superficies articulares dañadas.
- Implantes personalizados y técnicas mínimamente invasivas.
Durante mi formación trabajé en centros de referencia donde implementé abordajes por mini-incisión, logrando recuperaciones más rápidas y cicatrices discretas.
Terapias emergentes y biotecnología
- Biomarcadores de cartílago: seguimiento de la progresión.
- Terapias genéticas experimentales: modulación de la matriz extracelular.
- Andamiaje de colágeno y factores de crecimiento.
Estoy continuamente actualizándome en congresos internacionales para aplicar en mi consulta los últimos avances en medicina regenerativa.
Ventajas de tratarse con el Dr. Luis Tomás Llano
- Experiencia avalada por miles de cirugías de rodilla con resultados exitosos.
- Equipos de última generación para diagnóstico de precisión.
- Enfoque multidisciplinar: fisioterapeutas, rehabilitadores y nutricionistas.
- Programas personalizados que integran terapias conservadoras y quirúrgicas.
- Seguimiento continuo y atención postoperatoria en sus propias clínicas.
Consejos para prevenir la gonartrosis
Si queremos reducir el riesgo de artrosis de rodilla, conviene:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar ejercicio de bajo impacto: natación, bicicleta estática.
- Evitar sobrecargas y traumatismos repetitivos.
- Adoptar pautas de ergonomía en el trabajo y el hogar.
- Consultar con un especialista ante dolor persistente.
Recuperación y expectativas
El pronóstico varía según la severidad y el tratamiento aplicado. En general:
- Tratamientos conservadores: alivio sintomático y ralentización de la degeneración.
- Artroscopia/osteotomía: retorno a la actividad en 4-6 meses.
- Prótesis de rodilla: recuperación funcional completa en 6-12 meses.
En mi práctica, más del 90% de los pacientes con reemplazo parcial recuperan independencia para actividades diarias en menos de seis meses.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué diferencia hay entre artrosis y artritis?
- La artrosis es degenerativa, mientras que la artritis incluye inflamación de origen autoinmune o infeccioso.
- ¿Se puede frenar la gonartrosis?
- Con un enfoque integral (ejercicio, peso, terapias biológicas) es posible ralentizar su progresión.
- ¿Cuándo es necesaria la cirugía?
- Cuando el dolor limita las actividades diarias y los tratamientos conservadores no aportan alivio suficiente.
- ¿Cómo elegir entre prótesis parcial o total?
- Depende de la extensión del daño; el especialista valorará el compartimento afectado y la edad del paciente.
- ¿Qué tiempo de recuperación tiene un reemplazo de rodilla?
- La mayoría recupera autonomía en el cuarto mes, con rehabilitación continua hasta el año.
- ¿Qué ventajas ofrece el Dr. Luis Tomás Llano?
- Amplia experiencia, métodos mínimamente invasivos, atención multidisciplinar y tecnología de última generación para resultados óptimos.