Reparación artroscópica de bíceps: técnica especializada para aliviar dolor y mejorar la fuerza del hombro

Reparación artroscópica de bíceps técnica especializada para aliviar dolor y mejorar la fuerza del hombro

La reparación artroscópica de bíceps es una técnica mínimamente invasiva diseñada para restablecer la integridad del tendón largo del bíceps proximal, aliviar el dolor y recuperar la fuerza y estabilidad del hombro. Gracias a la visión directa con cámara y a pequeñas incisiones, se consigue una recuperación más rápida y con menos molestias que la cirugía abierta convencional.

¿Qué es la reparación artroscópica de bíceps?

Esta intervención quirúrgica utiliza un artroscopio –una pequeña cámara– para acceder al hombro, identificar el daño en el tendón largo del bíceps y proceder a su reparación mediante suturas, anclajes óseos o técnicas de tenodesis. Es ideal para lesiones parciales, desinserciones proximales e inestabilidad de la porción tendinosa.

“Durante mis más de 15 años de dedicación a la ortopedia de hombro y codo he comprobado que la artroscopia permite tratar con precisión el tendón, proteger el resto de estructuras y ofrecer un postoperatorio con menos dolor y mejor amplitud de movimiento”, afirma el Dr. Luis Tomás Llano.

Causas y factores de riesgo

  • Degeneración asociada a la edad (tendinopatía crónica).
  • Movimientos repetitivos por actividad deportiva o laboral.
  • Traumatismos directos o microtraumatismos acumulativos.
  • Correlación con lesiones del manguito rotador y bursitis subacromial.

Indicaciones para la cirugía artroscópica

Se recomienda la reparación artroscópica de bíceps cuando:

  1. El dolor anterior de hombro persiste tras tratamiento conservador.
  2. Existen signos de inestabilidad o subluxación del tendón.
  3. La resonancia magnética revela desgarro parcial o completo.
  4. El paciente demanda una recuperación rápida con mínima agresión.

“Mi filosofía es abordar cada caso de forma personalizada, evaluando la calidad del tendón y las expectativas funcionales de la persona para decidir entre tenodesis, tenotomía o reparación directa”, explica el Dr. Llano.

Ventajas de la técnica artroscópica frente a cirugía abierta

  • Incisiones de apenas 1 cm: menos cicatrices y menor riesgo de infección.
  • Visión ampliada en tiempo real de todas las estructuras intraarticulares.
  • Menor dolor postoperatorio y estancia hospitalaria reducida.
  • Recuperación más rápida de la fuerza y la movilidad del hombro.

Preparación preoperatoria y protocolo

Antes de la intervención se realizan:

  • Valoración clínica completa y pruebas de imagen (ecografía y resonancia).
  • Optimización de factores de riesgo: control de diabetes, suspender tabaco.
  • Plan de analgesia y fisioterapia preoperatoria para mejorar la flexibilidad.

“Es fundamental informar al paciente de los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva y alinear expectativas sobre la recuperación”, añade el Dr. Llano.

Procedimiento paso a paso

  1. Anestesia regional o general.
  2. Instalación de torres de artroscopia y adecuación de la postura del paciente.
  3. Introducción del artroscopio por una vía posterior para valoración global.
  4. Identificación del tendón largo del bíceps y desbridamiento de tejido dañino.
  5. Fijación del tendón al hueso (tenodesis) o sección parcial (tenotomía) según el plan.
  6. Cierre con suturas absorbibles y vendaje compresivo.

“He observado que una técnica cuidadosa en cada etapa reduce al máximo el edema y acelera la rehabilitación”, relata el Dr. Llano.

Rehabilitación y recuperación

El protocolo de rehabilitación se divide en fases:

  • Fase I (0–2 semanas): inmovilización suave, movilización pasiva y control del dolor.
  • Fase II (2–6 semanas): inicio de movilidad activa asistida, ejercicios isométricos.
  • Fase III (6–12 semanas): fortalecimiento progresivo, estabilización escapular.
  • Fase IV (3–6 meses): trabajo de resistencia, retorno gradual a actividades deportivas.

“En mi práctica he visto pacientes retomar el gimnasio y deportes de lanzamiento entre el tercer y cuarto mes postoperatorio, siempre acompañado de supervisión fisioterapéutica”, comenta el Dr. Luis Tomás Llano.

Complicaciones potenciales y cómo minimizarlas

  • Rigidez articular: mantener protocolo de movilización temprana.
  • Dolor residual: optimizar analgesia multimodal y antiinflamatorios.
  • Fallo de fijación: elegir anclajes de calidad y técnica de sutura robusta.
  • Infección: técnica aséptica y antibióticos profilácticos.

Preguntas frecuentes

¿Quién es candidato ideal para la reparación artroscópica de bíceps?
Pacientes con dolor anterior de hombro resistente al tratamiento conservador, desgarros parciales o inestabilidad, que buscan una recuperación rápida y menos invasiva.
¿Cuál es la diferencia entre tenodesis y tenotomía?
La tenodesis fija el tendón al hueso mediante anclajes, manteniendo su longitud y tensión; la tenotomía lo secciona parcialmente para aliviar el dolor sin reconstrucción ósea.
¿Cuánto dura la recuperación completa?
Varía entre 4 y 6 meses, dependiendo del estado del tendón, la adherencia al protocolo de fisioterapia y el nivel de actividad previa.
¿Es dolorosa la cirugía artroscópica?
Generalmente el dolor es leve-moderado y controlable con analgésicos; la técnica mínimamente invasiva reduce notablemente las molestias en comparación con cirugía abierta.
¿Cuándo puedo volver a realizar actividades deportivas de alto impacto?
En torno al 4.º–6.º mes, siempre tras evaluación funcional y fuerza del bíceps por el equipo de rehabilitación.

El Dr. Luis Tomás Llano, especialista en cirugía de hombro y codo con amplia trayectoria y formación en unidades de referencia, ofrece un abordaje integral, tecnología de última generación y un enfoque individualizado que garantiza resultados predecibles y una rápida reincorporación a la vida activa.

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